AMAR DEMÁS
 
Yo amé, Ay de mí!! Creo que amé demás, no debí amar así, ¿fue mi desesperación, o fue amor? No, estoy seguro que fue amor, el más grande de todos, el que me dio la luz para seguir iluminando mi camino, el amor que necesitaba,  para poder seguir sintiendo el perfume de las flores de mi jardín, para poder seguir vibrando con cada luna reflejada en nuestra hermosa bahía.
Sí, fue así, que de mi infinita tristeza apareciste tú y me diste las alas que había perdido en una lejana playa de mi juventud; pero amé demás, sí, amé demás. Me di cuenta que el amor es la cosa más triste cuando se deshace.
Encontré en ti la razón de vivir, de sentir los aromas más suaves y dulces que puede tener el cuerpo de la amada. Te miré a los ojos, me miraste a los míos y quedamos atrapados en una encrucijada de la cual tú irías a salir, no así yo. Bonita ¿Dónde estás?, te amo, te amo, es solo lo que puedo decir. Te sigo mirando a los ojos, miras a los míos, y no comprendemos lo sucedido. Se formó el llanto, de los ojos brotaron lágrimas de sol; pero del intenso aroma que desprendían los cuerpos hubo necesidad de tocarse y acariciarse, fue entonces el momento justo en que las cosas inexplicables del amor surgieron por necesidad de ambos. Transpiramos el amor, nos agotamos, nos besamos con mucha fuerza, hicimos el amor con más intensidad que nunca. Pero nos dimos cuenta del peligro que existía. El paisaje, mañana sería otro, tú ya no estarías, ¿por qué? porque el amor es la cosa más triste cuando se deshace.
Bonita, ¿Dónde estás? Te amo.
Yo amé, ay de mí!!….. Creo que amé de más.
 
Eduardo Pocai.