En su tarde en flor, húmeda por el amor, Una mujer me llama al silencio, Se cree inmortal, dueña de mis sueños, Sin nostalgias, sin contentamiento, De sentimientos estériles, inútiles.
Pero..¿quien cree ser?
No sabe leer el viento, ni siquiera
De donde viene.
Lo efímero me estremece, me duele,
La muerte viene de lejos, lo sabe,
Pero el espectro de su destino la confunde,
Dice, y su vida pasa.
Patético, sonámbulo, y sin sentido;
Así me siento.
La rosa roja, de total pasión
Hoy amaneció mojada, pero bellísima.
Mata tu muerte, mujer de los silencios
Inservibles y sucios.
Porque tu ausencia se morirá
Junto a los pétalos de esta rosa roja
Que bella floreció en mi jardín y no será
Sutil al decirme adiós.