Amo tus largos senderos, amo tus escondites, tus recovecos, tus aromas, tu sueño de cuentos infantiles donde pueda encontrar un hombrecito escondido detrás de un tronco ahuecado. Y, en este momento maravilloso otoñal, disfrutar de tus colores y de tu hojarasca.
Del cielo caen pequeños rayos de sol, sí, pequeños, porque las hojas, aún disfrutando de la altura de las altas ramas, no dejan que el astro penetre en todo su esplendor.
Camino, camino y camino, y me lleno de energía surgida de la vida vegetal. Siento como vibra locamente, la fibra de mis músculos se fortalece. ¿Será la belleza infinita?

Sendero paralelo al Río Pipo, un lugar más, de ensueños, de nuestra bella Ushuaia, Tierra del Fuego.

Foto tomada el 9 de abril de 2014 a la hora 15.30 con Canon EOS 1Ds Mark III con un zoom 28-300 f/3.5-5.6 en 28mm de focal f/22 2seg de exposición con Trípode.